Las cerezas

El otro día leí en un periódico nacional que la alimentación supone el 10% del gasto medio de las familias españolas. Éste dato me sorprendió en demasía, dado que suponía que el porcentaje era mucho mayor. Una persona normal lo hubiese dejado ahí y asumido el dato como verdadero. Pero yo no (como sabe todo el mundo que me conoce).

Las compras que realizo en el supermercado siempre las pago con tarjeta de crédito, por lo que comprobarlo fue muy fácil. En un mes típico me gasto alrededor de 200 € en la compra, de estos habría que descontar unos 30 € achacables a los productos de limpieza, con los que nos queda 170 €. A esta cantidad habría que sumar: 20 € por el pan, 25 € por el café y pincho del recreo (en Ávila por su tamaño es equivalente a una merienda), 30 € por las cañas con los amigos (que por la misma razón sustituye a la cena) y otros 25 € por las comidas en restaurantes.

Realizando este cálculo me salen 270 €, lo cual supone cerca del 30% de mi gasto mensual. Podrías decir que es obvio, ya que vivo solo. Pero la realidad es que en esta España de familias desestructuradas, cada vez más, represento el ejemplo de español medio.

La razón de que me pase esto, es debido al incremento brutal de los precios de los alimentos, tan comentado en los medios de comunicación.

Ahora te reto a que repases la ticket de tu última compra (espero que no lo hayas tirado como siempre). En él habrá todo tipo de productos: lácteos, huevos, pescado, carne, pasta, arroz, legumbres, frutas y hortalizas. Los componentes de cualquier dieta equilibrada en España (donde se come de todo, ¡bendita dieta mediterránea!). Ahora fíjate en lo que te costaron las frutas y hortalizas, a mí me suponen el 20% de la factura. Puede parecerte normal, pero si te lo planteo en cuestión de Calorías, a lo mejor, no te hace tanta gracia.

Supongamos que comes alrededor de medio kilo de fruta y verdura al día, si descontamos corazones, titos, piel, etc; nos quedaran unos 400 gramos, que equivalen a unas 200 Calorías (es tan poco porque fundamentalmente comemos agua con sabor), lo cual supone el 10% del aporte calórico recomendado de 2000 Calorías (para adultos). Pagas el 20% de dinero por un mísero 10% de energía.

Ya sé, este cálculo es un poco tramposo, ya que las frutas y verduras, aportan una serie de nutrientes fundamentales en nuestra alimentación. Pero lo que me parece intolerable es que cueste lo mismo una manzana que un yogur griego, con tres veces menor aporte calórico. Si tenemos en cuenta que para fabricar el yogur se ha necesitado leche y energía eléctrica, que la leche a su vez ha salido de una vaca que ha tenido que comer pienso, que a su vez a tenido que ser recogido por un agricultor, para fabricar cada caloría del yogur se han necesitado alrededor de unas cuatro o cinco de origen vegetal. En definitiva, que no es tres a una, sino quince a una.

La razón de que haya escrito este largo artículo es mi asombro al ver hoy en la frutería el kilo de cerezas a 9,80 € (sí, 1630 de las antiguas pesetas). Con ese dinero podría haber comprado dos pollos enteros. Además te recuerdo que estamos en Mayo, que es temporada de cerezas. Para confirmarlo puedes ir a tu cocina y abrir el libro "1080 recetas de cocina" de Simone Ortega por la página 14 (todo el mundo lo tiene).

Siento haberme alargado tanto. Acabo como siempre con una pequeña frase: "Corren malos tiempos para los vegetarianos".

Postdata. Ahora que recuerdo. ¿Cuánto le supone al mes a José Antonio esos batidos de frutas que desayuna todas las mañanas? Y también, ¿cuánto gasta en fruta al mes Rubenín con sus ocho piezas de fruta diarias?