Pido perdón primero por la aparición fantasmal del chuchibot anoche, se me olvidó eliminar el pequeño aviso de seguridad después de publicar la entrada de ayer. Bueno, vamos al meollo de la cuestión del complejo título del artículo de hoy.
Con el paso de los años las primeras películas que se rodaron (esas mudas que sólo vemos los cinéfilos pedantes) han quedado libres de derechos de autor, pasando a formar parte del denominado dominio público (en poco tiempo las primeras superproducciones del sonoro caerán en el mismo saco). Ahora bien, muchos films de esta época están terriblemente conservados, con lo que su digitalización para su distribución por Internet, único medio por el cual se puede acceder a ellos en la actualidad, tiene consecuencias desastrosas con la calidad de la imagen. Obviamente la solución a este problema pasa por la restauración, algo que está reservado únicamente para las películas más importantes de la historia del cine dado el coste que ésto supone. En este grupo se encuentra la mítica "El acorazado Potemkin" (1925), que aunque lleva diez años dentro de la saca del dominio público, va a tener un reestreno comercial el 14 de enero del 2011 en salas cinematográficas gracias a la impecable restauración que ha experimentado:
Por otro lado, para aquellos que no quieran gastarse los rubros en volver a ver una película muda en un cine o deseen comparar la copia conservada con la restaurada, les dejo con la versión de dominio público en inglés:
En fin, "mola poder ofrecerte un film legalmente en mi blog, aunque sea una copia en otro idioma. Y van dos".
feliz saturnalia, y feliz newtondad a todos XD
ResponderEliminarfeliz smithmas!
ResponderEliminarY el post de las 1.000 entradas que me aparece en los feeds que has puesto hace 10 minutos ¿Dondestá?
ResponderEliminarSe perdió. Me equivoqué al pulsar el botón de publicar. Lo tengo que acabar.
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