Pues ya ha llegado el último ingrediente que faltaba para inaugurar la Guerra Fría 2.0. Desde el conflicto de Ucrania venía gestándose el retorno a una época ya casi olvidada por la nuevas generaciones, pero a una velocidad endiablada han ido apareciendo los ingredientes que definían a la Guerra Fría: parálisis occidental, intervención soviética en un conflicto árabe donde occidente ha armado al otro bando (me imagino que "Rambo III" (1988) se convertirá en una película de visión obligatoria en los institutos de Estados Unidos) y paranoia al estilo Bond (esos cables submarinos que peligran por la proximidad de barcos rusos recuerdan mucho a los intrincados planes para detonar armas nucleares en lugares estratégicos). Sólo faltaba uno, el propagandístico basado en la carrera espacial.
Los rusos van a ir definitivamente a la Luna 40 años más tarde, solos o acompañados por taikonautas (también es de película de espías que no se hubiese filtrado el plan si es verdad que se lo habían facilitado a China en abril. Vaya papeleta para la CIA).
Y como los grandes planes quinquenales todo empieza con un nuevo cosmódromo, Vostochni, que aparte de descongestionar al fin Baikonur, permitirá avanzar a los soviéticos, perdón, rusos, con aplomo en la misión encomendada sin distracciones capitalistas. Después vendrá una nueva nave cuya intención es realizar su primer vuelo orbital en 2021, acople en la Estación Espacial Internacional en el 2023 (que para eso han pagado parte de ella), viaje no tripulado a la Luna en 2025, aterrizaje no tripulado en 2027 y aterrizaje tripulado en 2029. Lo dicho, tres planes quinquenales al estilo soviético. Y nada de ensoñaciones marcianas, que la pela (dígase recursos), por mucho que digan que es para poner una base de investigación, está en la Luna y no anda Rusia para dispendios casi infinitos.
Pero lo primero es lo primero, una buena campaña de difamación afirmando que los Estados Unidos nunca llegaron a la Luna, para delicia de los conspiranoicos, para poder vender que ellos van a ser los primeros y provocar al enemigo para que gaste ingentes cantidades de dinero en un peligroso viaje al planeta rojo, o no, no olvides "Capricornio Uno" (1978).
En fin, "ahora esos viejos conocimientos del mundo de dos bloques que adquirí en mi juventud vuelven a ser útiles, se acabó esta mamarrachada del mundo multipolar que nadie comprendía".
Mamarrachada de mundo multipolar... me callo que es por la mañana y ando de gatillo facil :D
ResponderEliminarYo de pequeño también adquirí grandes conocimientos gracias a los bloques de Tente, pero no tenía dos, tenía muchos para jugar.
ResponderEliminarDia setecientos noventa despues de que a chuchi se le cambiara la plantilla del blog: Sigue sin arreglarla.
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