Hoy toca una de esas entradas que me gusta hacer cada pocos meses, la dedicada a ese ubicuo gigante llamado IBM. Después de una semana desastrosa en bolsa a causa de una investigación por parte de la SEC (la agencia federal que se ocupa de los valores bursátiles en los Estados Unidos) de las cuentas en las filiales europeas a IBM no le ha quedado otra que tirar hacia adelante y arriesgar con el único as que le queda en la manga.
Llevaba trimestres ahorrando costes por todas partes, como por ejemplo pasándose a Mac (lo que explica el inaudito crecimiento de la marca de la manzana mordida en el contexto de crisis del sector) para despedir/jubilar a los empleados del departamento de asistencia técnica, y uniéndose a ambiciosos proyectos que no terminan de germinar. Ahora no le queda otra que tratar de alimentar con datos a su monstruoso y dormido dragón, Watson. Ya que aunque tiene bastante buena prensa en el mundillo tecnológico éste no tampoco termina de arrancar para producir beneficios que se le presuponen después de lo que invirtieron en él.
Así que sus ejecutivos han decidido que antes de volver a caer en el ostracismo tienen que arriesgar cuando la chequera aún está llena (esa lección ya la tienen bastante bien aprendida del pasado) y se han adelanto a Google en la compra de los activos meteorológicos digitales y en la nube de Weather Channel (tontos tampoco son y saben que un canal de televisión por muy bien que esté en la actualidad se convertirá en un agujero negro dentro de un lustro).
La idea es que al adquirir los algoritmos de predicción meteorológica de Weather Channel y los datos meteorológicos que fluyen a través de estos Watson pueda comérselos, mejorarlos y facilitar una solución integrada que permita a IBM vender paquetes personalizados a grandes empresas de alimentación, medicina y distribución para que mejoren su eficiencia sabiendo con una semana de antelación que cosechas estarán a punto para ser recogidas, que cosechas se perderán irremediablemente o donde aparecerá el próximo brote alérgico, por ejemplo.
Vamos, algo bastante alejado de sus tareas habituales de investigación médica o de participación en juegos televisivos. Pero es que ha llegado el momento de que Watson de su do de pecho, "aunque un servidor cree que por muy avanzados que parezcan que estén los modelos, enfangarse en el negocio meteorológico es por el momento una apuesta demasiado arriesgada. Las nubes y vientos siguen siendo demasiado volubles para un rocoso negocio de 104 años de edad que trata de escapar de su propia obsolescencia".
Pues jugar al Sim Farm es mas barato y el resultado es parecido.
ResponderEliminarDia setecientos noventa (y uno) despues de que a chuchi se le cambiara la plantilla del blog: Sigue sin arreglarla.
ResponderEliminarSolo setecientos, a mi se me ha hecho un lustro me da migrañas venir
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